miércoles, 25 de julio de 2012

SENTIMIENTOS OLÍMPICOS



¿Cuántos no hemos visto, con emoción, alguno de los programas de conmemoración de los Juegos Olímpicos de Barcelona? Estoy convencido de que la gran mayoría habéis disfrutado de aquel impresionante evento que se vivió en nuestro país. Sin duda, el espíritu de Barcelona 92 nos marcó con fuego a todos los que nos apasiona el deporte.

Todos los sabios en la materia y los políticos de la época reconocen que cambió radicalmente nuestro talante social y deportivo. Supimos superarnos, activarnos y enseñar al mundo que sabemos organizar pruebas de alto voltaje. La rueda empezó a girar y los éxitos deportivos de mitos como: Cacho, Peñalver, García Chico, los equipos de waterpolo, hockey hierba, tiro con arco, Moreno, Zubero... despertaron la pasión por el deporte en general al gran público. Muchos de los chavales que vivimos con INTENSIDAD este acontecimiento intentamos recoger el relevo y emular a nuestros héroes. Reconozco que me obceque para poder vivir unas olimpiadas.

Aún conservo en la memoria cuando se decidió implantar el drafting (chupar rueda) en el segmento ciclista en el 1995. Hubo mucha controversia al respecto, una de las grandes esencias del triatlón, la superación individual, se esfumaba de sopetón. El motivo de la polémica decisión por parte de la ITU (International Triathlon Union), dirigida en aquel entonces por el canadiense Les Mc. Donald, era claro: "entrar en el calendario olímpico". El rumor de estar presente en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 sonaba con fuerza, pero, finalmente, la familia triatlética no tuvo cabida en la prueba universal.

Sin preámbulos, el triatlón entró por la puerta grande en los JJOO de Sydney 2000. Recuerdo que fue un espectáculo increíble. Poder estar en los juegos de las antípodas, sabiendo de la fuerza del TRI en Australia, fue un perfecto despertador positivo para el deporte multidisciplinar. Ahora, con nostalgia, recupero el impresionante sprint que protagonizó el canadiense Withfield  para ejecutar al kollege alemán Vuckovic y tengo grabada a fuego la fantástica 5ª plaza del gran soldado Raña. Sin embargo, también tengo presente mi particular ENFADO al no poder estar en esa deseada cita.

Pasó otro ciclo olímpico y cuando todo indicaba que Voulagmeni (GRE) iba a ser el paraíso para el equipo español y la posible coronación del emperador del TRI Iván Raña, la capital griega se convirtió en nuestro particular infierno donde SUFRIMOS la crudeza y la barbarie de la derrota olímpica.

Cuatro años más tarde, Pekín esperaba a un  TRI dream team formado por dos ases como los gallegos: Javi Gómez Noya e Iván Raña. Ellos tenían una gran oportunidad para conseguir el deseado metal olímpico y sacar la espina clavada desde la anterior Olimpiada. Inicialmente, sentía INDIFERENCIA, pero, después de madrugar y ver en directo la prueba, me invadió un gran sensación de TRISTEZA. Pocos somos los afortunados en saber, de primera mano, el esfuerzo y el sacrificio que hicieron para estar en el podio olímpico. Quedarse a las puertas empujó un poquito más al precipicio y a la obstinación olímpica del TRI español.

Pero en esta ocasión, a falta de dos días para el arranque olímpico, mis SENTIMIENTOS OLÍMPICOS son totalmente contrarios, tengo gran EXCITACIÓN para las dos pruebas multideportivas. Estoy convencido de que el día 4 de agosto, Ainhoa, Zuriñe y Marina tendrán muchos motivos para darnos grandes alegrías. Y, sobre todo, tengo una gran esperanza con el equipo masculino, el líder Javi junto a Mario y Josemi nos regalarán un gran espectáculo. Sin duda, su talento y profesionalidad son garantía para conseguir la ansiada medalla. Ellos han luchado como titanes durante los últimos cuatro años para conseguir el billete olímpico y desde hace semanas están puliendo, junto a sus coachs, su mente y condición física para llegar en la mejor forma posible en la cita del 7 de agosto en Hyde Park.

Salud y kms. Xavi

P.d. No dejemos de recordar que este fin de semana el séptimo de caballería de la Larga Distancia tienen su campo de batalla en Vitoria-Gasteiz. ¡Suerte a todos!.