Como me lo recordó el bueno de Toni: "los que no hemos aprobado durante el curso... siempre nos queda septiembre", razón no le falta al figura capitalino. Aunque no tengamos que pasar ninguna revalida, nuestra enfermedad por el deporte y por los retos, nos compromete a estar en pie de guerra de cara a los próximos envites deportivos. Algunos de los colegas de asfalto están de vacaciones, otros ya están de vuelta. El resultado final es que siempre tienes la oportunidad de sumar kilómetros con buena compañía.
Lo que si hay que tener en cuenta durante estos días de intensa canícula, es ser precavidos a la hora de salir a entrenar. Por este motivo, ya hemos organizado las matinee bike units. A primera hora de la mañana, cuando salen los primeros rayos de sol y coincide con aquellos que aún no han cerrado el quiosco, que siempre nos bridán con alguna perla para el recuerdo. La convocatoria reune una buena banda para cumplir con la receta diaria de kilómetros.
Son unos despertares ideales para rodar con la fresca y ahorrarnos cualquier KO técnico por deshidratación. Es importante ser sensato y, si se puede, no entrenar en las horas de máxima calor. Este entrenamiento en la solana se puede convertir en una tortura difícil de recuperar y, por mucho que seamos triatletas, unos especímenes duros y adaptables a cualquier situación, castigarse de esta forma puede ocasionar muchos problemas. Pueden aparecer las temidas pájaras, las odiadas contracturas musculares o algunas lesiones de mayor gravedad.
Sin embargo, si tenemos que preparar algún evento donde su meteorología es extrema, no hay más remedio que aplicarse al respecto y alguna sesión debe ser simulando las condiciones que encontraremos. Hay que tener presente, que el entrenamiento es un intento de simulación de lo que encontraremos en competición. Este detalle deja de ser una tontería y cobra una gran importancia a la hora de preparar el desafío. ¿Quién no ha puesto mala cara cuando al despertarse, en el día del reto, ha comprobado que la lluvia estaba presente? La adaptación a cualquier circunstancia climática, temporal... es muy importante. Hay que tener presente que este factor puede influir en nuestro conjunto cuerpo-mente, tanto de forma positiva como negativa. Dependerá en muchas ocasiones si previamente hemos entrenado en similares condiciones y amoldado en ellas. Conoceremos nuestra reacción delante de cualquier índole. Sin duda, haber testado estas situaciones minimizará el porcentaje de fallo y aumentará la proporción de conseguir el éxito deseado.
Por este motivo y por otros como la focalización en el entrenamiento, cambiar de aires, reducir el riesgo de enfermedades, comodidad... los PROS estructuran, durante el año, sus respectivas concentraciones en los diferentes sports centers que existen en el país o en el extranjero. ¡Concentraciones!, como me rememora puntualmente, MC Alonso (el gran Clemente Alonso) hablar y contar las batallas de los míticos campus training que se organizaban antaño servirían para escribir un interesantísimo libro de triatlón. Quizá algún día podremos contar tales historias...
Cuidado con este sofocante calor, salud y kms, Xavi.
