miércoles, 26 de septiembre de 2012

ADMIRACIÓN




Han pasado varios días después de la hazaña y aún seguimos sufriendo sus daños colaterales. Sin duda, se nota que estamos a finales de temporada. Esto, sumado a que parezco un coche viejo, hace que la recuperación es excesivamente lenta y costosa.

El curso va regalándonos los últimos coletazos triatléticos: Challenge Maresme, Barcelona Triathlon, varias pruebas del calendario ITU (Yokohama-JAP y la final Auckland-NZL), Ironman Hawái o Mundial Xterra son algunas de las grandes empresas multideportivas que quedan por disputar. Estos ejemplos serán algunos de los escenarios donde las primeras espadas del panorama mundial nos obsequiarán con sus particulares destrezas.

Sin embargo, si retrocedemos unos días, uno de los actores más mediáticos del estado nos premió a todos los que estábamos en la isla más septentrional del archipiélago balear. El actor y presentador Santi Millán se unió a la familia triatlonera. Hay que ser honestos y reconocer que  muchos vimos con cierto recelo su presencia en la prueba menorquina y dudábamos que lograra el desafío. Si es cierto que tenía cierto bagaje deportivo, pues el año pasado se atrevió con el triatlón de Barcelona y  este año había finalizado, con solvencia, la dura Titan Desert.

La presencia de celebrities como es Santi, u otros personajes muy populares que se han animado a practicar triatlón, no son muy bien vistas por algunos parroquianos del amplio abanico del TRI. Muchas veces deberíamos reflexionar y ver con buenos ojos que su aparición en nuestros eventos es un enorme regalo. El circo mediático que despiertan provoca un impresionante eco del deporte, produciendo un efecto dominó muy favorable para nuestros intereses. Si verdaderamente amamos el triatlón debemos estar muy agradecidos a que figuras mediáticas se animen a ser triatleta.

En esta ocasión, el ex de La Cubana, de La Cosa Nostra con Andreu Buenafuente, de series exitosas como Periodistas o 7 Vidas, o actor en Amor Idiota por poner varios ejemplos de algunas de sus interpretaciones, nos demostró que es un auténtico fuera de serie en todos los sentidos. 

Desde la primera presencia en la zona de Fornells el bueno de Santi se convirtió en uno más de la inmensa familia triatlética que conquistó Menorca. Era el primero que alentaba a todos y, sobre todo, con su capacidad de burlar la angustia, se erigió como el perfecto desatascador  de tensión, esa que nos va ahogando a medida que se acerca la hora de la salida, la foto da fe de ello. Sin embargo, sus best hits fueron sus constantes ánimos a todos los colegas que le acompañaban en ese sufrimiento placentero  que todos padecimos durante el desarrollo de la prueba. Personalmente, cuando pasé a este fenómeno de la cámara y comprobó, de inmediato, que mis fuerzas estaban al límite, no dudó en chillar con fuerza: "¡Vaaaa tiu!"

Verle sudar la gota gorda mientras iba completando la media maratón, agradeciendo todos los aplausos y ánimos del público te despiertan un sincero sentimiento de ADMIRACIÓN. Si lo meditamos objetivamente,  todos los personajes mediáticos, como Santi,  que se animan con el TRI son un gran donativo para la promoción del deporte multidisciplinar. 

Finalmente, el señor Millán consiguió el reto. Desde que cruzó la meta y delante de mi atónita mirada,  no lo dudó, empezó a comentar la jugada con todos los colegas de carrera y no puso ninguna mala cara a todos aquellos que le pedían una instantánea. El pasado fin de semana pude compartir varias acciones con Santi y lo podría definir como un gran cachondo pero, sobre todo, un cortés caballero y un apasionado por el deporte. 

Sin duda, él me ha dado una gran lección de vida, habitualmente muchos pecamos de falsos prejuicios que tachan a cualquiera, por lo que comentan, dicen o difaman pero cuando conoces a la persona de verdad, te das cuenta de la autenticidad del sujeto. Como bien recuerda el refrán: "El respeto se gana con la ADMIRACIÓN" y por este motivo al sr. Santi Millán tiene todo mi respeto. "Enhorabona tiuuuu".

Salud y kms, Xavi