sábado, 1 de septiembre de 2012

ESPACIO




Desde que apareció el runrún del posible cambio de formato de cara a la próxima Olimpiada, la gran mayoría de los triatletas han opinado al respecto. Opiniones aparte, lo que si es cierto es que el triatlón está en constante mutación. Desde tiempos pretéritos que el espectacular deporte de las 3 disciplinas, y sus transiciones respectivas, no ha parado de reinventarse adaptándose a las nuevas tendencias, a la demanda e intentando buscar su máxima espectacularidad. 

Si tiro de hemeroteca, los que fuimos unos imberbes juniors a principios de los 90 competíamos en distancia olímpica y sin el controvertido drafting. En aquel entonces, protagonizábamos unas petadas considerables, eran tiempos difíciles para el triatlón. Sin embargo, poco a poco, se fueron construyendo los cimientos hasta llegar a la actual y próspera época.

Ahora parece que la troika del TRI medita crear un nuevo espacio en el calendario de las World Series, el circuito ITU (International Triathlon Union) y, en consecuencia un formato diferente de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. De momento algunas de las grandes pruebas de la agenda ITU se disputarán en distancia sprint y, después del éxito de la prueba del team relay, lucharán para que el CIO (Comite Olímpico Internacional) acepte este moderno universo triatlético. Sin duda, la intensidad que se vivió el Mundial por relevos mixtos que se celebró en Stockholm (SUE) promete una gran fiesta.

Pero todas estas actuales reformas me producen un mero recuerdo de las apasionantes Fórmula 1 Series que se disputaban en los 90 en una de las grandes cunas del triatlón mundial. El país oceánico organizaba en su verano austral unos ostentosos eventos donde se priorizaba el puro espectáculo. Distancias supersprint, transiciones a altas velocidades, intensidad y, sobre todo, máxima emoción eran los invitados para tales carreras. La foto tomada en el Triple SuperSprint de Oceanside Pier (AUS) en el 1996  rememora la viveza del TRI después de la segunda transición, donde una saga de leyendas del multideporte como Greg Welch, Miles Stweart, Mark Lees (AUS), Hamish Carter (NZL),  Ben Sanson (FRA), Alek Rukosuev, Wes Hobson, Mike Pigg (USA), Óscar Galíndez (ARG), Marcus Ornellas (BRA) o Spencer Smith (GBR), entre otros, apretaban los dientes para conseguir alguno de los importantes bonus que premiaban los patrocinadores de este grandioso espacio que se estructuraba en Australia.

No sé si las mentes sabias que planifican el futuro del triatlón tienen en su disco duro las añoradas Tooheys Blue Series, Rival Series o Sant George Series algunas de las nomenclaturas de dichos formatos de los 90, que obligaban a los deportistas a ser rápidos y mortales para aniquilar a sus contrincantes. Si se diese el caso de esta nueva revolución o recuperación de antiguos formatos, con total seguridad obligaría a los deportistas y entrenadores a reinventarse una vez más, aplicándose al máximo la sentencia que siempre me repite mi entrenador Ivo Clotet: "Triatlón es adaptación y adaptación es superación". ¡A superarse toca!

Salud y kms, Xavi.