lunes, 24 de septiembre de 2012

MC KERNAN ISLAND




El dormir poco debido a  la logística programada por el trabajo, me está  provocando un cierto desorden mental. Cuando vivía la dura pero cómoda vida de profesional gozaba de unos días de reflexión de lo acontecido en cualquier batalla triatlética previa. Intentaba adoptar la buena actitud de analizar todos los posibles errores para no repetirlos y seguir mejorando. Sin embargo, a más de 24 horas después de lo vivido ayer en la bella población de Fornells, servidor aún está buscando ese momento para estudiar al detalle la gran experiencia vivida.

Desde primera hora de la mañana, durante el alba dominical del espectacular escenario menorquín se daba el bocinazo de salida a los casi 700 intrépidos, todos ellos con la misma misión: superar el reto Extrememan 113 Menorca. Tenía claro que debía aprovechar mi potencial acuático y desde el primer metro intenté poner una fuerte marcha cuartelera para dinamitar la carrera, sin embargo,  la presencia del gran Santi Pellejero, magnífico nadador y excelente triatleta,  me obligó a poner esa quinta marcha que siempre te guardas para el rush final. Todo iba según el plan previsto y los grandes favoritos de la contienda: Alonso y Marceu (SUI), perdían mi estela.

A partir de este momento, debía concentrarme y transformarme en un potente contrarrelojista para intentar volar en el completo circuito de tres vueltas que compone el espectacular evento. Iba haciendo camino y, sin dudarlo, decidí echar toda la carne en el asador. Las buenas sensaciones me daban cierto crédito para empezar a soñar al llegar a la segunda transición. Sinceramente, no me creía como estaba marchando la carrera.

La gran presencia de público en el paseo de la población marítima y su ferviente ánimo te ayudaba a seguir devorando los kilómetros de la media maratón. Olivier, Clemente y un servidor poníamos cara de póker cada vez que nos cruzábamos procurando no dar ninguna pista al rival. Como esperaba, la diferencia se iba acortando en ligera progresión. Reconozco que algunos instantes veía que el sueño inimaginable podía ocurrir y que lograría destronar al rey de Menorca. 

Pero en la última subida a la ya mítica y temida torre de Fornells comprobé que mis fuerzas andaban muy justas. En ese momento hubo un fugaz cambio de papeles, el lobo pasaba a ser un moribundo cordero mientras que Mr. Alonso se transformaba en un feroz y hambriento león. Faltaban poco más de 2 km para la deseada línea de meta cuando se confirmó la ejecución. 

Fueron instantes muy duros psicológicamente, todo quedaba en una utópica fantasía y la cruel realidad ordenaba de forma coherente la clasificación final. Reconozco que es doloroso cuando en un mismo curso, como el actual, te roban la cartera en los instantes finales de las pruebas. Sin embargo, que sean grandes campeones como Cesc en Barcelona y Clemente en Menorca, los provocadores de la torturante sensación es un honor. 

Después del fuerte abrazo como el que dibuja la imagen y de escuchar las palabras del imperial canarión de adopción, uno se reconforta y anima para seguir dando guerra. Lo que sí es cierto es que después del hat trick conseguido por Mr. Alonso Mc. Kernan, las autoridades conscientes del pasado británico de la isla han empezado a meditar para cambiar la nomenglatura de Menorca por MC KERNAN ISLAND.

¡Qué grande eres Clemente! Kona te espera. Mi gran enhorabuena a todos los finishers, estoy convencido  de que hoy, junto a un fuerte dolor de piernas, dibujáis una gran sonrisa de satisfacción. ¡Felicidades! Y a por otro desafío. Espero que todos os premiarais con una merecida pomada menorquina.

Salud y kms, Xavi