Ya llevamos unos días disfrutando de este nuevo año que, sin desearlo, nos ha tocado vivir. Con toda probabilidad y como les ha pasado a muchos deportistas en sus tiempos mozos, servidor vivía en su nube, en ese mundo irreal del que solo unos pocos pueden gozar. Podría ser una crónica similar a la de un videojuego en el que, a medida que vas creciendo vas quemando etapas, superando PANTALLAS y el grado de dificultad va siendo más exigente. Te obliga a ser más diestro, más tenaz, más hábil y se confirma la máxima de que en cualquier juego, disciplina, especialidad o campo de batalla, solo los más talentosos y competentes son los elegidos para llegar al escenario final. En definitiva, como en cualquier aspecto de la vida, el paso de las PANTALLAS es un embudo o un filtro que va cribando la paja del grano. Hipotéticamente y como marcan los teóricos cánones: "Los mejores, los que han tocado la excelencia, deberían llevar los mandos de dirección".
Pero desde hace algunos años, mientras vivo en mi particular transición, voy comprobando lo que me sentenció un compañero de fatigas: "Las reglas están para romperse". ¡Por supuesto! Aunque no a cualquier precio y, como en todo, sin saltarse la guía preestablecida. En el deporte el reglamento es la teórica biblia y si no la respetas quedas expulsado y en algunos casos castigado.
Sin embargo, me entristece, y mucho, verificar que en otros campos el modelo deportivo no cuaja, entre amiguismos, pucherazos, trapicheos y otras acciones de dudosa credibilidad, hay gente que tiene un pase VIP para pasar PANTALLAS sin esfuerzo y regocijándose del feroz empeño del resto. Y me angustia aún más confirmar que este tipo de mala conducta está empezando a tumorizar el deporte.
A finales del año pasado, un buen amigo, experto en materia económica deportiva, me avisó: "Xavi, el año que viene será muy duro, solo los más capacitados y los que hayan actuado de forma noble no quedarán en fuera de juego". Eso espero, porque hay momentos en los que creo que estamos más cerca del Game Over final que de pasar a un nuevo y, espero, mejor plató. No han pasado 15 días de esta nueva PANTALLA que hemos empezado a jugar y las primeras cribas han hecho su efecto. ¡Este año habrá que ser muy agudo! Aunque, de momento, la mala praxis en todos los campos sigue reinando, nos encontramos que mientras unos hablan, escriben y lucen su teórico sex appeal, otros no paran de reinventarse, de buscar posibles soluciones para reactivarse, sin escatimar esfuerzos para poder pasar con garantías esta complicada y dura PANTALLA como es la de 2013. Si no le fallan las cuentas a mi ilustrado colega "para muchos será el Game Over total".
A todos aquellos que siempre habéis actuado con elegancia y señorío, solo puedo animaros a seguir con esta dinámica positiva, a no dejar de empujar y, sobre todo, a luchar por vuestros sueños. ¡Recordad que sin sueños estamos muertos! Aunque parezca mentira, este titán esfuerzo que estamos aplicando y que muchas veces nos preguntamos: "¿Vale la pena?", os aseguro que sí. Porque el día en que pasamos a la siguiente PANTALLA la sensación es indescriptible y la compensación es ilimitada. ¡Ánimo, no dejéis que la partida se acabe!
Salud y km, Xavi.
