martes, 23 de julio de 2013

ORIENTACIÓN





Son días de profunda desorientación, jornadas en las que uno vive en una colosal incertidumbre. No obstante, la capital catalana, a los que amamos y disfrutamos dentro del medio acuático, nos está regalando un espectáculo de máxima categoría. Los grandes anfibios del planeta se han citado en Barcelona y están demostrando a diario su enorme calidad. 

Para un apasionado del deporte de superación como un servidor y, por supuesto, de las aguas abiertas, poder ver nadar a estos reyes de los mares juntos es una gozada y, como no, una cura de humildad al comprobar los ritmos que son capaces de ejecutar los Anderson (USA), Okimoto y Cunha (BRA), Risztov (HUN), Payne (GBR), Grimaldi (ITA), Domínguez, Requena, Villaécija, Rozas, Mellouli (TUN), Lurz y Maurer (GER) o Giannotis (GRE), entre otros. En definitiva, un show de ultramar en toda regla.




Sin embargo, después de observar con atención las dos primeras categorías de la disciplina open water, uno ha comprobado que los organizadores han priorizado un maravilloso escenario como es el Port de Barcelona y el multi-lap, para ser visible, entretenido para los espectador y fácil de retransmitir, obviando una de los grandes valores de las aguas abiertas como son la ORIENTACIÓN, la interpretación de las corrientes o oleaje. 

Nadar en el Port es similar a bracear en una piscina gigante, con unas referencias muy fáciles de detectar como los descomunales transatlánticos amarrados, los colosos edificios como el Maremagnum o Moll de la Fusta del puerto, beneficiando y disminuyendo la dificultad de nadar fuera de las corcheras. Puntualizando la ligera marinada que se levanta de forma habitual en la capital catalana, que provoca un ligero choping (pequeño oleaje muy molesto al nado), y que penaliza el nado de los nadadores, el resto era como estar en una descomunal pileta salada. Por supuesto, los más fuertes, los que han sabido interpretar las diferentes situaciones de carrera y han jugado bien sus cartas, demostrando su valúa, se han colgado los preciado metales. Todo ellos, unos auténticos fuera de serie acuosos. 




En esta ocasión, los más avispados no han tenido su oportunidad. Seguro que en próximas ediciones y, en especial, en la prueba olímpica en Río 2016 podrán sacar a lucir sus virtudes. Las pruebas de 5 y 10 kilómetros, tanto en categoría masculina como en femenina, nos han obsequiado con varias clases magistrales, como la importancia de pasar bien las boyas, sobre todo cuando en el circuito hay las peligrosas boyas en forma de platano, conocidas como asesinas, al ser una auténtica ratonera para los nadadores o triatletas. Los diferentes giros con sus respectivos pasos cerca de las boyas provocaban momentos de muchos estrés y angustia para los nadadores, gorros despedidos, gafas fuera, codazos, ahogadillas o arañazos, rompían, en muchas ocasiones, el pelotón acuático. Sin duda, un fuerte desgaste físico y mental para estos grandes deportistas y para todos aquellos que algún día les queramos emular. 

Estos rápidos peces humanos, también nos han dedicado una elitista masterclass de como saber avituallarse sin perder ni un segundo y no abandonar la disciplina del grupo cabecero. A título personal, estas pruebas han sido unas buenísimas lecciones y sigo convencido que en el futuro seguirá animando a más almas que buscarán su swim challenge. 

Salud y km, Xavi.

P.d. A seguir disfrutando de este gran campeonato.