domingo, 3 de febrero de 2013

RECONOCER




Han pasado casi quince días desde el retorno del paraíso invernal para el triatleta, llamado Sands Beach  y situado en la isla más oriental del archipiélago canario. Después de esos días de gloria en el Campus TriatlonChannel y gracias a las zurras que organizaron Antonio, Jaime y Álvaro, estaba convencido de que había subido un par de escalones en mi performance. Sin embargo, mi vuelta a la península pareció, más bien, un viaje espacial y directo hacia las mazmorras más profundas, que un retorno a la rutina diaria. Entre el trabajo, el regalo de un surtido de inclemencias meteorológicas que sufrimos en la península y el bajón físico debido a una pseudo gripe, servidor está viviendo su particular travesía del desierto. Esa horrorosa sensación que de manera habitual aparece, casi siempre, en pretemporada y que uno debe saber controlar. 

Por fortuna, los objetivos se divisan a la lejanía y desde hace unos días ha aparecido mi particular tsunami laboral, situándome en un estadio un poco alarmante. Mi máxima intención está siendo la de gestionar, de la mejor manera posible, las 24 horas que tenemos pero para un novato como yo en estas situaciones, contemplar como se acerca este torbellino de trabajo, es suficiente motivo para estresarse de manera irremediable. 

Las consecuencias son previsibles e inmediatas. El desánimo planea por mi atmósfera. Pero hay que RECONOCER que la presencia de un maravilloso entorno te rearma de tal forma que eres capaz, como recuerda el anuncio superior, de desafiar a todos los elementos que se acercan. En una época muy convulsa, en especial en el deporte y que a nivel mediático se está priorizando la destrucción de algunas disciplinas. Creo que sería muy importante destacar los valores positivos de la práctica deportiva y que tanto puede ayudar a  la reavivar de la sociedad actual. Al igual que os recomiendo rodearse de buena y sana gente, capaz de empujaros cuando comprueban vuestro atascamiento, dando una clara demostración de este valioso mérito que distingue el deporte y que verifica, que en muchas ocasiones compartir ayuda mucho más que competir, sobre todo, a la hora de superar obstáculos. Os alerto de que envolverse de manzanas podridas os puede penalizar y destrozar por completo. ¡Ojo!, que hay muchos elementos negativos merodeando por el ambiente deportivo.

Como si fueran ángeles de la guarda han aparecido los Carles, Marc, Nasi, Olga, Juanjo, Emili, Jordi, Òscar o Josep, entre pocos más, que con un simple mensaje me han reactivado y han  recordado que este tiranosauros rex del TRI, aún le queda alguna muesca por protagonizar y por ello quiero RECONOCER su empujón para seguir luchando. Sin duda, tendremos muy pocas ocasiones para gozar de las condiciones perfectas a la hora de perseverar por nuestros sueños. ¡Aplicarse toca! Y superarse una vez más que este año promete.

¡Muchas gracias! Moltes gràcies!

Salud y km, Xavi.