viernes, 20 de julio de 2012

IMAGEN




Aún se me pone la piel de gallina cuando veo las secuencias de las televisiones rememorando lo que sucedió hace 20 años en Barcelona. Escucho con atención a muchos de los protagonistas que recuerdan, con pasión, ese maravilloso verano de la capital catalana. Incluso aún me emociono oyendo esa frase para la historia de nuestro deporte del Sr. Samaranch: "...a la ville de Barcelona...". Sin duda, fue el despertador definitivo para el deporte español que, a partir de esta efeméride se empezó a cimentar sobre una nueva tendencia.
Barcelona se reestructuró por completo, pocas veces la gran mayoría de los factores sociales se cogieron de la mano de un modo similar, se rasgaron las vestiduras para confeccionar un maravilloso evento universal y dar una espectacular IMAGEN a todo el planeta. Por supuesto,  hubo muchos problemas, muchas cosas por mejorar y muchas asperezas por pulir, pero el balance final fue sobresaliente. Todos, absolutamente todos, nos pudimos y nos podemos seguir sintiendo orgullosos de los acontecido hace ahora dos décadas.
A partir de la cita olímpica, el deporte fue creciendo a pasos agigantados y la IMAGEN del deporte ha ido conquistando exponencialmente  nuevos adeptos. Actualmente, estamos de enhorabuena, pues  la cultura del reto está de moda y si  pudiésemos  extrapolar sus valores a la gran masa social, probablemente nos sería de gran ayuda a recuperarnos de esta coyuntura.
Ahora, a una semana de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, todos tenemos claro que la capital británica se engalanará y sus ciudadanos intentarán dar una selecta IMAGEN a todo el planeta. Durante 15 días, se convertirán en el centro mediático mundial y serán un perfecto escaparate para toda la familia olímpica. Desde los atletas, auténticos protagonistas del evento, entrenadores, organizadores, dirigentes... y patrocinadores aprovecharán la jugada para mostrar sus credenciales. Para todos ellos, dar una buena IMAGEN durante estas dos semanas es y será fundamental. Por esta razón y por el diseño de la discordia, no entiendo, por mucho dinero que la marca ítalo-rusa Bosco haya invertido en el Comité Olímpico Español (COE), este decidiera disfrazar  al equipo olímpico. Creo que es, directamente, vender el alma al diablo enmascarado en forma de euros.
Cada uno puede valorar si esta apuesta estilística es más o menos trending, si es de gran calidad o no... Es cierto que los casi 300 atletas deberían sentirse orgullosos de cumplir un sueño: ¡Ser olímpicos! y poder lucir la equipación por la villa, por los estadios y esperemos que por los podios... Pero con sus reacciones al ver las prendas,  estoy convencido de que los atletas españoles no serán los más guapos de la pasarela olímpica. Quizá el COE se tenía que aplicar la famosa sentencia: "Una IMAGEN vale más que mil palabras" y pensar menos en la avaricia económica. Esperemos que los resultados de los atletas maquillen esta desastrosa estampa.
Si en los años 90 logramos situarnos en el mundo, lucir nuestras virtudes y ganarnos el codiciado respeto internacional, ahora estamos adquiriendo una penosa fama gracias a la cortesía política sumada a  esta jugada maestra del COE. Definitivamente, será la puntilla para empujarnos al abismo del infierno.

Salud y kms, Xavi