domingo, 22 de julio de 2012

VIEJO ZORRO




Menudo fin de semana de ambientazo y pasión triatlética por las calles que hace justo 20 años, estaban llenas de atletas que vivían uno de los mejores eventos de la historia del deporte universal. Una vez más la familia WIN estructuraba un espectacular evento, reclutando a casi tres millares de triatletas dispuestos a conseguir su particular objetivo.

El sábado se movilizaba el personal multideportivo para recoger el dorsal y disfrutar de las deseadas Expos que nos ofrecen unas buenas ofertas y, sobre todo, las últimas novedades del sector. Aunque seguramente, estoy convencido de que también despierta los nervios previos a la prueba. 

Madrugón y a convivir durante unos minutos con los que cierran los quioscos noctámbulos. Son instantes que desorientan a todos, unos que se levantan temprano para disfrutar del deporte e intentan cultivar una vida sana, mientras otros se castigan y agonizan durante el amanecer. Personalmente me entristece bastante ver algunos patéticos espectáculos de primera hora de la mañana.

Después de preparar la zona de transición, de oler la esencia del TRI y de intentar calentar perfectamente, dan el bocinazo de salida. Natación agónica, especialmente los primeros metros. La primera boya, la del horror, va posicionando al personal. Me coloco cerca de la cabeza e intento prepararme para una angustiosa 1era transición. 

Al saltar encima la bici, y como VIEJO ZORRO que soy, en seguida compruebo que Eolo, el señor de los vientos, se ha puesto a mi favor. No lo dudo, aprieto los dientes y me dispongo a cabalgar en solitario por las largas rectas de la Villa Olímpica y del moderno barrio 22@ de la capital catalana. Son momentos de tensión, de dudas por mi parte y del gruppeto perseguidor. Finalmente me escapo (ver la foto) y consigo una pequeña renta para enfocar con una cierta comodidad el tercer y decisivo segmento.

5 km que me podían llevar a la gloria o 5 km que podían ser un moribundo paseo por la Mar Bella. El público   expectante vivía con máxima agitación el desenlace final. Pero en el kilómetro 4 recibía una dolorosa dentellada del pequeño de la saga del tiburón Godoy. El gran Cesc me cazaba y ejecutaba cuando empezábamos a divisar la soñada y deseada línea de meta. 

Sin duda, después de comentarlo con muchos veteranos del mundillo: "Hacía muchos años que no se vivía con tanta emoción el resultado de un TRI en la zona catalana". Sinceramente, creo que la secuencia vivida hoy ha despertado más adicción para el triatlón y me siento orgulloso de ser parte de este fabuloso "TRImoment". En una distancia tan agónica, tan explosiva como la sprint,  ideal para la divina juventud, es un honor que un diablo como yo pueda  luchar en los puestos cabeceros. Como recuerda el refrán: "Sabe más el diablo por viejo, que por diablo". Os puedo asegurar que hoy se ha cumplido.

Salud y kms, Xavi.

P.d. Felicidades a todos los Finishers, a los ganadores, a la organización y a todos los que han hecho posible este gran evento multidisciplinar.