Brillante "rush" final de temporada se ha marcado el gran Iván Raña. ¡Por fin! Comprobar que este locuaz gallego volvía a moverse por los puestos cabeceros en las pruebas internacionales me provocó una enorme alegría. Después de cumplir su sueño, ser ciclista profesional, pasando momentos de mucha miseria deportiva. El mito de Ordes parecía que no acababa de volver por sus fueros. Triatlón tras triatlón iba perdiendo credibilidad, solo algunos sabios y admiradores recordábamos: "Quién tuvo retuvo, Iván tiene tanta calidad que es capaz de ADAPTARSE al "Triatlón moderno".
Él seguía con su empeño, machacándose como el que más, esculpiendo su cuerpo y revitalizando su mente para seguir con su objetivo final: Ser de los pocos que probablemente estarán en todos los ciclos olímpicos: Sydney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008... Y seguramente London 2012. Una meta extraordinaria que solo unos pocos elegidos podrán plasmar en su currículum, más de 12 años peleándose en la élite.
El maestro galaico dio el primer aviso en el Mundial del 1996 en Cleveland (USA), llevándose la "medalla de chocolate" en su primera cita internacional. Europeo en Funchal-Madeira (POR), Mundial de Perth (AUS)... fueron otras de sus pequeñas muescas, hasta que en el 1999 en la última prueba de la Copa del Mundo en Cancún (MEX) cambió el rumbo del posible equipo olímpico, consiguiendo una espectacular 2da posición.
Ese otoño pre-olímpico cambió la tendencia del TRI en España, con el diploma olímpico conseguido en la capital australiana, el 4rto puesto cosechado en el Mundial de Edmonton (CAN) y la medalla de oro en la prueba Universal de Cancún en el 2002 fueron algunos de los grandes logros del "soldado Raña", conviertiéndose en el líder de ese brillante equipo de principios de siglo, lo formaban: En3ko, Kéktor Llanos, "Chevi Merchán, "el santiaguiño" Iván y un servidor.
Sinceramente había momentos puntuales que perdía la esperanza, ¿Se readaptaría a este "Triatlón moderno"?, en que se nada rapidísimo, se vuela encima la bici y se corre en aceleración constante.
Su TESÓN le ayudó a no bajar la guardia, olvidar sus dudas y machacarse duramente junto a su amigo de "castigos" Álex Santamaría para conseguir medio billete para la capital británica. Otra demostración de valores nos ha regalado este brillante deportista y bondadosa persona. Seguro que el próximo año podremos disfrutar de sus actuaciones, especialmente en el evento del año que se disputará en Hide Park. ¡Suerte animal!
Salud y kms, Xavi