viernes, 24 de agosto de 2012

OBSERVANDO



Siempre intento aplicarme una sabia sentencia que me regaló en sus últimos años uno de mis abuelos: "nano, tienes dos ojos para mirar, dos orejas para escuchar y una boca para hablar lo justo". Sinceramente, hace unos años que dejé de vivir en esa extraña y surrealista nube que muchos deportistas habitan. Empecé mi particular pseudo transición  a la vida real, en una transformación en la que llevo un tiempo observando y prestando  atención a todos los acontecimientos que suceden en el inmenso abanico de la sociedad actual.

Cada semana que pasa, cada mes que quemamos y cada año que superamos, contemplo que la pérdida de valores es tan aguda que, puntualmente, dudo que haya un final feliz para esta teórica sociedad del bienestar. Reconozco mi gran ignorancia en muchas de las cosas de la vida diaria, no entiendo de primas de riesgo, ni de política y sus tecnicismos, ni de números bursátiles, ni de cómo debe funcionar un país... pero si examino el rumbo adquirido últimamente y por los acontecimientos no es el más correcto. La prosperidad se desmorona.

El deporte, en este caso el triatlón, los entrenadores, el convivir y escuchar sabios consejos de ilustres atletas... me han forjado como persona. Adquieres unos ideales e intentas aplicarlos en la teórica vida real , dándote cuenta de que este circo que nos han montado no hace ninguna gracia. Miras como actúa la gente y te resulta curioso que la dignidad, el esfuerzo, la pasión por el trabajo y otros símbolos de calidad que deberían proyectar una próspera sociedad están en serio peligro de extinción. 

Todos estos años de entrega en el triatlón me han enseñado que sin trabajo no hay resultados y pretendo aplicar esta fórmula en mi día a día. Madrugas, te implicas al máximo y ayudas a todo  aquel que lo requiere, pero cuando observas que el talante de la inmensa mayoría es otro, te entristece, te desgasta y te alarma. Remar contracorriente es muy sacrificado, pero ahora, más que nunca, deberíamos sacar músculo para salmonear y superar todo tipo de obstáculos que encontraremos y tendremos que superar. 

Los que nos apasiona el deporte del reto y de la superación tenemos una ventaja, conocemos perfectamente la receta a seguir, aquella que seguramente nos ayudará a vencer todas aquellas altas paredes que predicen para los próximos meses. Nuestra fuerza física y mental nos ayudará a sobrepasarlas. No bajemos la guardia, por mucho que la troika siga actuando de forma mediocre y se empeñe en castigarnos. Sigamos transmitiendo nuestros valores y continuemos impulsando ilusión y fuerza positiva a esta apagada comunidad en pleno proceso de desvalorización. 

¡Ánimo! salud y kms, Xavi.