viernes, 1 de marzo de 2013

DÉCADA



Cuántas veces hemos oído: "¡Cómo pasan los años!", y cuánta razón tiene la sentencia. En muchas ocasiones no percibimos el paso del tiempo.Sin embargo, después de lo vivido la pasada semana, servidor comprobó su vejez al coincidir con varios de los máximos representantes de la cofradía del machaquismo como son Iván Raña y  Alejandro Santamaría, secundados por varias figuras del TRI como Peru Alfaro, Nico Ward, Víctor Del Corral, Mathias Hëcht o Saleta Castro, entre otros. 

La isla de Lanzarote y el espectacular Sands Beach Resort fueron el escenario del reencuentro y, sobre todo, el lugar idóneo para recordar aquellos maravillosos años que vivimos entre el soldado Raña, un servidor y un batallón de almas guerreras. Ha pasado más de una DÉCADA desde aquellas brutales concentraciones en la isla conejera, que eran sinónimo de palizas y torturas diarias con la clara intención de luchar por unos exigentes sueños. 

Sin duda, se podrían escribir varios tomos sobre lo que sucedía en los inviernos lanzaroteños y, en especial , para que no se repitan nunca. Eran reuniones de gallos capaces de despellejarse para no perder comba en los entrenamientos. ¡Una locura! "Reventado" era la constante expresión de los fenómenos del multideporte como Fernando, En3ko, Héktor, Pepe, "Chevi", Javi, Carlos, Raúl, Félix, Clemente o del propio Iván, después de varios días de tortura por la isla más oriental del archipiélago canario. 



Ahora, recordamos con nostalgia algunos de los bárbaros entrenamientos. Fueran de natación, bici o carrera a pie, todos se convertían en encarnizadas batallas constantes. Las consecuencias eran demoledoras y muchos salíamos de Lanzarote completamente destrozados. Pero estos devoradores de kilómetros siguen con su severa doctrina. Sus semanas de entrenamiento en Sands Beach su actual centro de operaciones, siguen siendo unas tundas muy exigentes, que solo unos elegidos, con un especial talento en lo físico y una fuerza mental soberbia, son capaces de asimilar. Pese a todo, y aunque de forma puntual, alguna vez reciben la visita del hombre del mazo y comprueban que son terrenales.

Unas jornadas de descanso, el importante entrenamiento secreto y tan olvidado por la gran mayoría, y una buena alimentación recuperan a estos guerreros del triatlón para volver de inmediato a la carga. Fueron unos días para recuperar miles de anécdotas de hace más de una DÉCADA y que ya son historia del TRI. Pero, sobre todo, para comprobar que ya somos unos viejos rockeros, aunque la apariencia y el alma no lo demuestren. 


Salud y km, Xavi.

P.d.  Espero algún día poder contar todas esas leyendas triatléticas. Y recordad: "Los viejos rockeros nunca mueren". ¡Suerte en tus próximos combates soldado Raña!