sábado, 3 de noviembre de 2012

NAVEGANDO A MUERTE




Aunque vivamos en una cruel coyuntura social que no invita a estar muy alegre, entre esta negra nebulosa, aún podemos hallar almas con ganas de sobrevivir a esta situación y, sobre todo, con un maravilloso ímpetu de superación capaz de resucitar este estado. Gracias a la voluntad de hierro de Víctor, triatleta, gran apasionado de la larga distancia y propietario del Hotel Nova Sènia, y al compromiso de parte de la cuadrilla triatlética  del CUBE Fitness Club, pudimos estructurar un largo fin de semana para poner los primeros cimientos de cara a la próxima temporada, excusa ideal para lanzarnos al mar por última vez. 

La tranquila y espectacular posada, situada en un idóneo emplazamiento para la práctica deportiva, fue nuestra particular sede de concentración. Poder estar a los pies del parque natural de los puertos de Tortosa-Beseit y cerca del parque natural del Delta del Ebro te asegura un escenario ideal para disfrutar al máximo de cualquier deporte outdoor.

Con una excelente vitalidad, la gran mayoría del equipo se enfundó el neopreno y, como recuerda la famosa canción del poeta Rosendo, no dudaron en zambullirse en un calmado Mediterráneo para ir NAVEGANDO A MUERTE paralelos a la costa. Sinceramente, el efecto de libertad que produce el hecho de nadar en aguas abiertas va atrapando, cada vez más, a nuevos adictos a cualquier acción relacionada con las travesías  acuáticas. 






Personalmente, y aunque en muchas ocasiones no sepa gestionar de manera adecuada algunas de las maquiavélicas y destructoras maniobras que tristemente gestionan algunos, me siento un afortunado de poder compartir experiencias con toda esta ilusionante familia que desea mejorar, que quiere poner su granito de arena para ayudar a construir en el deporte, en esta ocasión al TRI, que anhela superarse en todas las esferas vitales, que pretende transmitir esos valores perdidos que tanto añora la actual sociedad y, sobre todo, que  ansía en poder disfrutar con todo este tipo de eventos. Solo puedo gritar alto y claro: ¡Gracias!

Las fotos no pueden ser más delatadoras cuando uno comprueba las caras de felicidad del antes y después del viaje acuático. Para algunos de ellos era la primera ocasión que se vestían de pingüino y que se decidían a navergar a muerte por el mar. Confirmar la expresión de satisfacción al superar su particular hazaña, no tiene precio y restituye cualquier artimaña sufrida. Esperemos que podamos seguir gozando de estos eventos y de esta vigorosa y robusta dinastía, que indirectamente genera una perfecta píldora inmune. A veces no sabemos valorar estos gratificantes momentos, poder nadar en el mar con buena compañía y en el mes de noviembre, ¡es un lujo!

Por sus principios, por su talante y por su paciencia, mi profundo agradecimiento a todos ellos: Víctor, Carles, Juanjo, Guille, Toni, Marc, Pep, Eli, Nere, Jordi, Clara, Olga, Núria, Sílvia, Barto, Montse y Cèlia. Salud y kms, Xavi.

P.d. Uno ya está deseoso de que el legendario soldado Raña se recupere perfectamente de sus dolencias y podamos disfrutar de su debut en la distancia de las distancias: el Ironman. De momento, con toda probabilidad le veremos en acción en el 70.3 IM Lanzarote que se disputará el próximo fin de semana, ¡Boa sorte Iván!