Sonaban cantos de sirena al llegar a la mágica isla de Menorca. El ambiente que se respira, los colores intensos que se intuyen y el escenario de Fornells son encantos suficientes para repetir en uno de los eventos más atractivos del calendario.
Mientras "rodábamos" por el circuito de carrera a pié muchos de los dispuestos a lograr su objetivo dominical acompañados por figuras como Clemente, "Tovi", los Messieurs Degham y Panner, Míster Mosley... Pudimos recordar la exigencia del mismo. La Torre de Fornells marcó y marcará nuestra particular carpeta de miserias existenciales. Particularmente este valor añadido "maquinado" por los organizadores creó una atmósfera especial uniendo triatletas de todo tipo, género, talento... Para muchos poder correr cerca de los candidatos a la victoria final ya fue suficiente para extra motivarse de cara a su reto balear.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas para los 400 "extremos menorquinos", desde el sábado al mediodía apareció la lluvia. Entrábamos en "estado ON", y durante el "Bike check" seguíamos acompañados por el aguacero. Los cantos de sirena pasaban a tambores de guerra y los diferentes pronósticos meteorológicos estaban en boca de todos.
Llegaba el día D, cuando todos nos resignábamos en vivir otra jornada "under the rain" y justo antes del disparo de salida arrancó una ligera brisa norteña que empezaba ha despejar el oscuro cielo menorquino. En esos momentos la mayoría nos dirigíamos hacia la primera boya...
El guión seguía con algún cambio puntual al visualizado y deseado. El fenómeno "charro", instalado en Las Palmas, con sangre y carácter "Scottish Brave Heart" total, cumplía con su condición de favorito controlando en todo momento los movimientos de los "outsiders" presentes. Los "gallos blues" emplearon todo tipo de artimañas para intentar despistar a los rivales y conseguir uno de los dos puestos de honor que acompañarían al gran Clemente.
Su osadas actuaciones les llevó a su tumba... Mientras servidor entró en escena, poco a poco iba afianzando una segunda posición que superaba mis cálculos previos. Hasta que llegó el temido "Paco con las rebajas", sin darme cuenta pasé de correr con cierta alegría a ritmo controlado, a "pendular" y arrastrarme por el puerto de Fornells. Las tres subidas a la Torre aumentaron mi particular CALVARIO EXTREMO, aunque después de escuchar a muchos de los FINISHERS este martirio fue generalizado, eso si después de cruzar el arco de Meta: ¡Placentero!
Finalmente apareció el radiante sol de las islas baleares y nos regaló un final espectacular que acompañó a los héroes del día: todos aquellos que entraban por el "pasillo amarillo", algunos acompañados por sus familiares... Otros con lágrimas en los ojos y celebrando con fuerza su éxito: ¡Conquistar Menorca!
El año que viene volveremos y cogeremos el avión de vuelta agotados, contrariados y odiando la durísima cuesta del "torreón", pero allí estaremos.
P.d. Felicidades a los coleccionistas de medallas, a los olvidados duatletas. A Míster Bronzu Cesc que demostró su calidad aplicando un "coast to coast" en Berga... Y a todos los que consiguieron su particular recompensa triatlética del fin de semana. Salud y kms. Xavi
