martes, 4 de diciembre de 2012

¿POR QUÉ?




Comentan los más ancianos que el mundo se acaba. Se acerca ese final apocalíptico que desde hace siglos ya anunciaron. Sinceramente, lo ignoro y si tiene que suceder nos tocará vivir el ocaso. Dejando de lado este estado catastrófico, la actualidad de despachos del territorio triatlético está que arde y desde hace unas semanas ha empezado una especie de guerra fría entre las dos candidaturas que se presentan  para continuar o suceder con el timón de la Federación Española de Triatlón (FETRI). 

En ningún momento quiero despertar ningún tipo de polémica y desde la prudencia quiero recordar que es mi humilde opinión., tan respetable como la de todos los triatletas que pagan cristianamente su licencia. Sin embargo, cierto juego sucio y diferentes acciones que han ocurrido con diferentes pseudo mentiras o medias verdades han despertado un pulso bastante atractivo para la parroquia multidisciplinar, aunque paralelamente, muy peligroso. Temo que estos últimos días de campaña se puedan conviertir en un culebrón de poca monda y que algunos empiecen, si no han empezado ya, a torpedear las primeras líneas de flote de la armada triatlética.

Los inquilinos de la calle Ferraz han puesto toda la maquinaria a funcionar para enseñar su trabajo desde hace casi 12 años. El estado de la arcas, los resultados obtenidos y el trabajo realizado de promoción, potenciación... durante los últimos cuatro años están siendo los pilares de su obra. Sin duda, querrán seguir con su hoja de ruta de cara la próxima olimpiada. Mientras, el equipo renovador ofrece nuevos aires y un proyecto innovador con la presencia de grandes altavoces de la alta sociedad del TRI. Si algo tienen en común las dos candidaturas es lo que deberán lidiar: el tijeretazo que el sr. Cardenal ha dado al CSD (Consejo Superior de Deportes) y, en consecuencia, a las respectivas federaciones.






Hasta aquí todo parece que sigue el habitual curso electoral para acceder a la presidencia del estamento federativo. Si no me falla la memoria, desde que Carlos Santamaría Medel accedió a la presidencia en los años 90, no se respiraba semejante tensión electoral antes de un plebiscito que esperamos sea noble y transparente. Espero que se demuestre cierta cordura, moderación y sensatez en todo este proceso y que el diálogo como el talante imperen por encima de cualquier actitud primitiva que algunas veces ha obcecado a los políticos. Sin embargo, esta particular situación que vive el planeta TRI me despierta, muy a mi pesar, cierta postura mourinhista, obligándome a preguntar ¿POR QUÉ? Esta simple oración interrogativa llena mi materia gris al comprobar algunos de los últimos movimientos de la actualidad. 

¿POR QUÉ? Varias de las estrellas del deporte como Alejandro Santamaría, Clemente Alonso, Antón Ruanova, Aída Valiño, María Pujol, Zuriñe Rodríguez, Saleta Castro, Dani Rodríguez, Ramón Ejeda Álvaro Velázquez por ejemplo, con los campeones Javier Gómez-Noya e Iván Raña a la cabeza han decidido unificarse para decir: ¡Basta!

¿POR QUÉ? Muchos de los grandes sabios en la metodología del entrenamiento como Alberto García Bataller o Ivo Clotet, por citar algunos, se revolucionaron hace años y dejaron la vital escuela de entrenadores. La estructura académica ayuda a formar buenos preparadores, ellos podrán proyectar futuros triatletas y, en consecuencia, el TRI podrá gozar de una buena salud deportiva.

Aún recuerdo cuando hace años me aclararon, "los exdeportistas de élite deben ser valores muy importantes para la FETRI". Han pasado los años y echo de menos que varios de los grandes triatletas que antaño se dejaron la piel como Maribel Blanco (primera mujer olímpica en Sydney 2000), Pepe Barbany (primer medallista, bronce, en un campeonato de Europa absoluto-Vuokatti 1997), Héktor Llanos (con infinitos podios en el calendario ITU o en pruebas Ironman) o Vir Berasategui (una de las divas de la historia de nuestro deporte) por ejemplo,  no estén apoyando o poniendo su granito de arena en el puente  de mando de la FETRI. Cierto es que muchos de ellos han optado por otro camino, pero el triatlón, especialmente en esta  peliaguda situación coyuntural que sufrimos, no puede dejar de lado los valores como la experiencia, el esfuerzo o la tenacidad que tienen estos símbolos del deporte de las transiciones. ¿POR QUÉ? Muchas de las federaciones rivales o vecinas han tenido y tienen en la actualidad algunas de sus grandes figuras como Philippe Fattori y Frank Bignet en Francia, Kathleen Smet en Bélgica, Roland Knoll en Alemania, Jackie Gallager y Jono Hall en Australia, Glen Cook en Gran Bretaña o el reciente fichaje de Reto Hug por la federación Suiza como ejemplos de amparo para sus respectivos estamentos como categorías, élite, escuela... Y la nuestra carece de este importante input...

¿POR QUÉ? Algunas empresas organizativas capaces de reunir a miles de triatletas no quieren cooperar con el calendario FETRI, cuando la unificación de fuerzas llevaría, siempre, a un mejor futuro para el deporte. Tristemente seguiría con mi actitud mourinhista al tener muchos PORQUÉS por resolver pero como he escrito antes es una simple reflexión sin ánimo de polemizar, de un viejo triatleta que observa los toros desde la barrera. 

Ahora es el momento de otro tipo de movilización triatlética. Dos protagonistas, dos candidatos con sus respectivos equipos a la presidencia federativa, el sr. José Hidalgo y el sr. Amancio del Castillo nos están prometiendo un gran duelo, que con toda probabilidad preocupa a todos los que nos apasiona el multideporte y su futuro. Estoy convencido de que el próximo lunes, día 10 de diciembre, algunos llevarán una actitud un tanto voyeur al estar muy pendientes del resultado final. Esperemos que esta contienda sea positiva para el triatlón, que siga la teórica buena dinámica que lleva y que esta batalla institucional no degenere en un dudoso andar parecido al moonwalker del malogrado Mickael Jackson, ya que tiraríamos por la borda la supuesta vitalidad del triatlón que tantos años no ha costado construir.

Salud y kms, Xavi.