En muchas ocasiones, en especial, en aquellos instantes que estás haciendo el remolón en la cama durante el enésimo madrugón para ir a entrenar y poder materializar, de forma correcta, ese enorme rompecabezas que es la vida diaria o cuando pasas un horroroso frío encima la bici para intentar sumar unos pocos kilómetros o cuando sudas la gota gorda al correr en horas intempestivas, entre otras duras situaciones, uno se cuestiona el porqué de esta autotortura. Simplemente hay una respuesta: ¡PASIÓN! Por el deporte que tanto estima.
La familia y el trabajo nos ocupan gran parte de la jornada, hay muy poco tiempo para nuestro divertimento, aún así todos somos capaces de buscar ese momentum, para poder gozar de nuestro frenesí. Por muy cansados que estemos, por muchos dolores de cabeza que tengamos, la gran mayoría nos ponemos el bañador o nos calzamos las zapatillas de correr, por ejemplo, para completar con nuestra rutina y acercarnos un poquito más a nuestro objetivo.
Sin duda, después de ver el nuevo anuncio del gigante norteamericano (observar foto superior), reviví un rápido flashback del que muchos sufrimos a diario y recordé todos los comentarios de aquellos triatletas y deportistas que algún día me han comentado su particular semana de entrenamiento, mostrándome los lugares dónde y, sobre todo, cómo han conseguido ejecutarlo, reafirmando que el triatlón y el deporte en general está lleno de apasionados. No obstante, hay que recapitular y tener en cuenta que en los deportes, desgraciadamente, minoritarios y poco mediáticos, la exclusiva agrupación de profesionales, también les mueve una profunda PASIÓN por su especialidad. Primero al intentar superar el fuerte cansancio de las palizas que se aplican y, en especial de procurar sobrevivir de forma digna de su efusión. En definitiva, que sin esta enérgica e impetuosa PASIÓN más dinámica que la fatiga, dudo que este conglomerado deportivo, cada día más grande, tuviera esta fuerte vitalidad. ¡Esperemos que no la extraviemos nunca! Recordad que sin PASIÓN no se llega al destino anhelado.
Salud y km, Xavi.
