domingo, 10 de junio de 2012

AFÁN

Desde hace unos meses que se empezaron a escuchar los primeros tambores de guerra, anunciando una feroz batalla. Todos sabemos el día que se vivirá la gran contienda y, poco a poco, se van definiendo los protagonistas. Los directores técnicos de cada federación van aclarando sus respectivos equipos y aquellos lejanos ecos se van acercando, ¡ya solo queda un mes y medio!. Pero, antes del gran día, ya han aparecido los primeros actos bélicos al conocerse la lista definitiva de algunos países. De momento, los anglosajones, concretamente Australia con la exclusión del equipo femenino de la campeona olímpica Emma Snowsill ha provocado un duro debate en el país oceánico (equipo final: Emma Jackson, Emma Moffat y Erin Densham). Por otra parte, la inclusión del experimentado londinense Stuart Hayes, excelente nadador y ciclista, así como correcto corredor, como demuestra la victoria en la World Serie de Kitzbühel (AUT), en la formación británica ha superado la controversia de las antípodas. Este movimiento del director técnico Malcom Brown ha levantado una gran polémica que está afectando a toda la "Olympic Brit Family". La situación es muy complicada, dos hombres de la calidad de Tim Don (campeón del Mundo, olímpico en Atenas y Pekín...) o Will Clarke (12º Olympic Qualification List...) son los damnificados con la inclusión de Hayes (46º Olympic Qualification List) para la prueba olímpica. Este veterano pupilo del prestigioso grupo DILLON TEAM que supervisa la triatleta olímpica en Atenas 2004, (con un extraordinario resultado final: ¡Sexta!), Michelle Dillon, pareja del propio Hayes y que conforma un conglomerado de puro talento, con triatletas del nivel de, Tremblay (CAN), Seear (AUS), Stimpson (GB), Clarke (GB)... ha conseguido su particular sueño, ¡ser olímpico!. Mr. Brown, supervisor de una de las federaciones más prestigiosas y con un enorme AFÁN de conseguir la deseada medalla que aún no ha ganado en las 3 olimpiadas en las que ha estado presente el triatlón, y que tanto sueña la parroquia británica, ha escogido a Hayes con una función clara, actuar de gregario para los maxifavoritos BB (Brownlee Brothers). Pero, el director técnico inglés no ha descubierto ningún "arma" nueva que el resto de los sabios del planeta TRI desconozcan. Desde que el "drafting" apareció, los directores técnicos españoles fueron los primeros en interpretar el nuevo formato triatlético. Y, en 1998 el responsable de la época, Eduardo No, aplicó esta jugada maestra en la Copa de Europa de Kärlstad (SUE) cuando el mismísimo Iván Raña y un servidor ayudamos al jefe de filas del combinado nacional de los 90 José Miguel Barbany. Posteriormente, Andreu Alfonso (director técnico del equipo español en Atenas 2004 y Pekín 2008) perfiló y acabó de confeccionar junto la aprobación del CSD (Consejo Superior de Deportes) esta "jugada maestra", configurando un equipo temible (Raña, Merchán, hermanos Llanos y Llobet) que llegó a dominar la mayoría de las pruebas del calendario ITU del 2002 hasta el 2004: podiums y victorias en campeonatos de Europa, del Mundo y Copas del Mundo aumentaron las arcas de la federación y llenaron de prestigio al combinado nacional. Rápidamente otros equipos nacionales tomaron nota y aplicaron la "spanish formula". El equipo neozelandés llevó en los últimos juegos olímpicos al incombustible Shane Reed, en detrimento del joven prometedor Terenzo Bozzone, para ayudar a su jefe de filas Bevan Docherty (plata y bronce en las dos últimas ediciones olímpicas). Similar actuación aplicaron los canadienses con Colin Jenkins y Paul Tichelaar para intentar controlar el segmento ciclista en Pekín, el resultado: una plata final que unida al oro de Sydney, cosechados por el genio Simon Withfield auparon al país norteamericano en el top de la historia del triatlón olímpico. Desde que en el Campeonato del Mundo del 1995 en Cancún (MEX)se instauró el drafting en las pruebas estructuradas por la ITU (International Triathlon Union), el multideporte cambió por completo. Podemos estar a favor o en contra, opinar que fue un paso negativo o positivo, seguramente nos llevaría a un largo e interesante debate, lo que sí es cierto que organizaciones, jueces, deportistas, federaciones... tuvieron que superarse, reinventarse y, en consecuencia, adaptarse a este nuevo formato. El trabajo en equipo ha sido una de las consecuencias. Por el momento los resultados avalan a todos los responsables técnicos que han apostado por ello. Salud y kms, Xavi