Sinceramente, llevaba varios meses meditando la forma de armar este pequeño artículo. Sin embargo, no encontraba el momento para confeccionarlo. A raíz de observar las machacadas que se aplica el personal, me llevaron a recordar algunas de las profundas e intensas conversaciones con uno de los grandes artistas del triatlón como es el sr. Clemente Alonso, sobre la temática de los brutales entrenamientos que algunos se adjudican. Llevándome a una profunda reflexión sobre el DESCANSO. ¿Lo respetamos?
Sin titubeos, creo que ¡No! En efecto, vivimos en una sociedad muy convulsa, que prioriza, constantemente, el ránking y el yo más. Pero, ¿sabemos descansar? Con todos estos kilómetros de autodestrucción que nos premiamos para conseguir el tan anhelado sueño, me cuestiono: ¿Somos capaces de recompensarnos con un buen y merecido DESCANSO?
Hace unos años un gran sabio de la metodología del entrenamiento, al comprobar mi locura con el entrenamiento, me clarificó: "el DESCANSO es tan importante como cualquier entrenamiento duro. Es más, el DESCANSO es el entrenamiento secreto y de vital importancia en cualquier planificación". Tuvieron que pasar muchos años y muchos tropiezos con la misma piedra, para que un servidor se diera cuenta de su importancia.
En efecto, hay que planificar ciclos de intensidad y acumulación de kilómetros pero, siempre, combinados con intervalos de calma, para darle un respiro al cuerpo y a la mente. En muchas de las famosas concentraciones que se estructuraron, hace años en Lanzarote, uno se convirtió en el máximo representante de la confraria del machaquismo. No teníamos control y, sobre todo, carecíamos de conocimiento, dándolo todo hasta la reventada general de la gran mayoría de aquellos infatigables soñadores. Llegó ese día, que hasta los otros colegas de las diferentes selecciones concentradas en las isla conejera, nos nombraron como los campeones del Mundo del entrenamiento. Título honorífico pero que sirve para muy poco.
Por experiencia propia, os recomiendo hacer una profunda meditación al respecto. No pongo en duda, que para lograr las diferentes metas planificadas hay que entrenar, sumar muchos kilómetros y, en especial, tener una voluntad de hierro. Pero también, hay que ser cuidadosos con nuestro cuerpo, respetarlo y mimarlo con cierto cariño para que el día de la competición lo podamos exprimir al máximo. Muchos hemos sido víctimas del alarmante over training y, sinceramente, es un periodo muy desagradable en todos los sentidos. Por favor, usad el sentido común y no os dejéis llevar por la peligrosa moda del yo más. Como me preguntó, en su día, en el aeropuerto de Lanzarote y después de uno de esos salvajes stage canarios, el mito Iván Raña: "Xavi perdona, ¿Entrenas para competir o compites para entrenar?". Estuve varios minutos cavilando al respecto y le respondí. El fenómeno gallego me sentenció al recordarme: "Para rendir hay que descansar y, en esta concentración, te has olvidado del DESCANSO". Asentí y reconocí mi error. ¿Y vosotros, descansáis suficiente? ¡Prudencia! En los entrenamientos.
Salud y km, Xavi.
