Nos las prometíamos muy felices, pasaban las semanas e íbamos gozando de una sorprendente compasión meteorológica. Parecía que no llegaría el crudo invierno, pero desde hace unos días la palabra "Man-Rusia" es la más nombrada por los helados indios del "Territorio Comantxe". La espesa niebla que nos invade durante gran parte de la jornada y las temperaturas bajo cero que despertamos diariamente, han convertido nuestro particular paraíso en una de las cordilleras de la estepa siberiana más septentrional.
Pero nuestra "drogodependencia" para apretar fuerte los pedales es tan acentuada que no tenemos miedo a este "ICE AGE" que padecemos. El "mono" por la práctica del deporte "outdoor" (running, biking, nordic walking...) es tan intenso que es capaz de obviar la intensa y horrorosa sensación de frío que vivimos.
Cuando nos cruzamos las diferentes especies del mundo de las dos ruedas (bikers, ciclistas, triatletas, duatletas...) nos saludamos de forma efusiva y nos miramos con complicidad, pensando: "¡Qué enfermos estamos saliendo en bici con estas temperaturas...!". Al llegar a casa y mientras intentamos recuperar un poco de temperatura corporal durante la ducha caliente, rápidamente reaparece una intensa sensación de satisfacción que te regenera de inmediato para la próxima cita en el "Congelador Comantxe". Suerte que estamos en pre-temporada y el curso triatlético está muy lejos... ¡Sinceramente estamos muy oxidados!. Os recomiendo la instantánea tomada pasadas las 3 de la tarde mientras me pareció ver una especie de ardilla que perseguía de forma locuaz una enorme bellota... Espero que a la próxima el frío no me castigue más las neuronas y divise un espejismo en forma de mamut del paleolítico...
Salud y kms, Xavi
