lunes, 25 de julio de 2011

EL SUEÑO ROTO








Hace más de 48 horas que todo apuntaba que los casi 600 inscritos al Triatlón de Sierra Nevada viviríamos, disfrutaríamos y sufriríamos una espectacular experiencia por los parajes del coloso granadino. Todo el equipo organizativo, con Iván al frente, luchó hasta la saciedad para poder sacar adelante el ambicioso proyecto. Capeando el temporal con infinidad de problemas, ingeniando varias modificaciones de última hora delante de la negativa de algunos estamentos...


Finalmente llegó el día D. El ambiente que se vivía en la T1 situado en el embalse de Canales, en la madrugada del domingo, era espectacular. Algunos parecían terneros asustadizos camino del matadero, otros impasibles, concentrados... Todos dispuestos a conseguir su sueño. El primero el propio organizador que deseaba "regalar" una matinal de puro triatlón "hardcore".


La película de la carrera transcurría por el guión preestablecido, con una natación larga, bordeando el islote del embalse... una primera transición durísima, subiendo el primer "puerto" con el neopreno en mano hasta los "boxes".



Sin pensármelo dos veces nos tirábamos tumba abierta camino de Granada en busca del temido Purche (con rampas del 15%). Al coronar la ventaja sobre el 2do y 3er clasificado era cómoda para enfocar con cabeza y tranquilidad la segunda parte del segmento ciclista. Pero en el cruce donde nos dividíamos las dos distancias en competición, ocurrió lo que nadie quería que pasara...


Sin querer me mandaron hacia Sierra Nevada, cuando uno debía de iniciar el desecenso hacia Cenés (Granada)...


A falta de unos 2.5 kilómetros para llegar a Prado Llano (S.N.) una juez motorizada me avisaba del percance... Media vuelta, cofusión, desgaste psicológico, rabia... Un sinfín de contradicciones me invadieron mi cabeza, el fantasma de la retirada apareció como un huracán sin piedad. Todo esto se unió a otras pérdidas de varios valientes en la matinal... Por unos instantes la montaña andaluza se convirtió en el escenario de una película de terror y suspense: "Perdidos en la Sierra".


Después de mucho esfuerzo y de readaptarme a la "nueva" situación intenté calmar mis ánimos y seguir en la brecha, pero después de la 2a transición, de correr-andar unos 9kms, justo al pasar por el "Tele huevo" de Borreguiles, mi sueño se rompió en mil pedazos... La desgastada mente decidió apretar el boton de STOP y dejar de luchar.



El KAOS invadió la plaza de Prado Llano, por momentos el termómetro de la ira subía a gran velocidad, la propia organización entonaba el mea culpa de la situación vivida. Cierto que sucedieron errores, con muchos danmificados... Pero recuerdo que todos somos una familia y que el equipo organizativo es el primero que quiere que los triatletas disfutemos de su evento, desea que repetimos y que cojamos el coche de vuelta con la satisfacción de haber cumplido con el objetivo. Personalmente viví instantes de impotencia total, los ánimos de muchos de los triatletas me proporcionaron energía extra para llegar hasta Borreguiles. ¡Gracias cracks!. No podía más, consumí todas mis reservas.


Después de dos días de reflexión, lo que si que tengo claro es que si la salud y las fuerzas acompañan, ¡VOLVERÉ! Este exigente evento transcurre por uun espectacular entorno, recomendable para todos los amantes de la naturaleza. De los errores es cuando más aprendemos y seguro que todos sacaremos conclusiones para mejorar y seguir luchando. ¡ÁNIMO A TODOS! Salud y kms, Xavi