viernes, 5 de octubre de 2012

TERAPIA




"El que sabe hace y el que no sabe habla". Con este proverbio sí me sentenció el admirado colega  Clemente Alonso, uno de los grandes artistas de la larga distancia del planeta TRI,  al comprobar mi estado de ofuscación y preocupación, provocado por muchas de las acciones tóxicas, que están maltratando a la familia triatlética y que pueden romper en mil pedacitos este precioso mosaico que se está construyendo. Sin embargo, uno ha dejado esta equivocada postura, se ha reactivado y sigue luchando por sus sueños intentando poner su granito de arena por un triatlón mejor. Estoy convencido de que esta es la actitud que todos deberíamos de imponernos, aunque el panorama actual sea de un color oscuro y poco atractivo.

Uno de los ejemplos de este cambio radical lo ha protagonizado uno de mis compañeros de fatigas, este gigantón de Cervera afincado en Vic ha sabido reinventarse y, sobre todo, remar a contracorriente demostrando que los waterpolistas también saben nadar. Por su envergadura fue un excelente hombre boya en varios equipos de división de honor del país y como marca la tradición polera aparcaba la natación si no había una pelota en juego. 

Actualmente, es un reputado fisioterapeuta y un metódico osteópata capaz, como hacemos muchos, de organizar su día a día con la familia, trabajo y su hobbie: la natación en aguas abiertas. Siempre recordaré cuando después de visitarle en su taller mecánico para obrar el milagro e intentar minimizar mis dolores, me comentó que quería cumplir varios retos acuáticos, que quería sumar metros conmigo...

Reconozco que mi reacción de incredulidad no le fue de gran ayuda, pues al conocer la tradición waterpolera y su carácter, dudaba que sus intenciones llegaran a buen puerto. A base de la gran fórmula del éxito como es: el trabajo, la pasión, la superación y el compromiso, Francesc Sucarrats, Suca para los amigos me demostró que no faroleaba. Cruzó el estrecho de Gibraltar y fue cumpliendo sus retos acuáticos mientras surcaba por los mares como un cachalote hambriento en busca de sus presas.

Le he visto sufrir, pasar miseria, luchar contra los elementos y atormentarse al no conseguir sus objetivos deseados pero nunca ha bajado la guardia y ha seguido madrugando para efectuar su receta diaria. Llegó el día en que las cartas cambiaron de mano y si los primeros meses un servidor le martirizaba en la pileta, actualmente, es el coloso de La Plana el que me desespera en la piscina. 

Francesc, como muchos de vosotros, ha demostrado ese valor fundamental tan característico e importante del deporte como es el hambre de superarse. Gracias a esta elegante perseverancia le ha llegado su momento de gloria y esta semana ha logrado vencer en la vuelta a nado a la isla de Ibiza. Un desafío de categoría plus, que consistía en nadar más de 80km en varias etapas, cinco concretamente, mientras bordeaba la costa ibicenca. Sin duda, un triunfo espectacular y como figura en la foto, de tal guisa se le ha quedado una cara escuálida.

Conociendo a este furioso poseidón, seguirá con apetito de metros y de combates acuáticos por que como todos, actualmente el deporte es su fuente de energía vital y, en su caso, la natación es su particular TERAPIA para liberarse del estrés diario, de sus preocupaciones y, sobre todo, de poder compartir con la gente que quiere y admira su gran pasión. Enhorabona Suca!

Salud y kms, Xavi.

P.d. Mucha suerte a todos los que este fin de semana estáis en cualquier lance deportivo, especialmente a los que estáis en capilla para la Marnaton Sitges-Garraf y el Barcelona Triathlon. ¡Ánimo!